Ingredientes (para 4 personas):
- 6 zanahorias grandes, peladas y cortadas en rodajas
- 1 cebolla mediana, picada
- 1 diente de ajo, picado
- 1 trozo de jengibre fresco (2 cm), rallado
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 litro de caldo de verduras (puede ser casero o comprado)
- 1/2 cucharadita de cúrcuma (opcional, pero con grandes propiedades antiinflamatorias)
- Sal y pimienta al gusto
- Jugo de 1/2 limón (opcional, para un toque de frescura)
- Yogur natural o crema para decorar (opcional)
- Perejil o cilantro fresco picado para decorar
Instrucciones:
- Calentar el aceite en una cacerola grande a fuego medio. Agrega la cebolla y sofríe durante 3-4 minutos hasta que esté transparente.
- Añadir el ajo y el jengibre. Cocina por 1-2 minutos más, cuidando que no se quemen.
- Incorporar las zanahorias y la cúrcuma. Remueve bien para que los sabores se mezclen.
- Añadir el caldo de verduras y llevar a ebullición. Una vez que comience a hervir, reduce el fuego, tapa la cacerola y cocina a fuego lento durante unos 20 minutos, o hasta que las zanahorias estén bien tiernas.
- Licuar la sopa. Retira del fuego y utiliza una licuadora o una batidora de mano para hacer puré la sopa hasta que quede suave. Si está muy espesa, puedes agregar un poco más de caldo o agua.
- Sazonar con sal, pimienta y el jugo de limón (si usas).
- Servir caliente, decorando con una cucharada de yogur o crema, y espolvorea perejil o cilantro fresco.
Beneficios de los ingredientes:
- Zanahorias: Ricas en betacaroteno, que el cuerpo convierte en vitamina A, esencial para la salud ocular e inmunológica.
- Jengibre: Con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, ayuda a combatir infecciones y mejorar la digestión.
- Cúrcuma: Es un potente antiinflamatorio y antioxidante, ayudando a reforzar las defensas del cuerpo.
- Ajo: Apoya el sistema inmunológico y tiene propiedades antimicrobianas.